Aunque "ciudad inteligente" es un término de amplio significado sujeto a múltiples interpretaciones, nuestro grupo de expertos empleó la siguiente definición de Wikipedia para analizar la importancia de este sector industrial creciente:
“Una ciudad inteligente es una visión de desarrollo urbano para integrar múltiples soluciones de tecnología de información y comunicación (ICT) y del Internet de las Cosas (IoT) de forma segura con el objetivo de gestionar los activos de una ciudad, incluidos sistemas de información de departamentos locales, colegios, bibliotecas, sistemas de transporte, hospitales, centrales eléctricas, redes de suministro de agua, gestión de residuos, protección ciudadana y otros servicios a la comunidad”
Claramente, el amplio abanico abarcado por una ciudad inteligente podría traer como consecuencia una significativa interrupción ante cualquier tiempo de inactividad. Aún así, la visión de "ciudad inteligente" no se ha implementado por completo, reduciendo por tanto el impacto de las interrupciones. A pesar de todo, esta idea está avanzando rápidamente en muchas áreas del mundo.
Uno de nuestros expertos, Jun Michael Tian, director general de planificación estratégica de Vertiv en China, señala: “Conforme las ciudades inteligentes continúen su avance, las interrupciones en la tecnología que las sustentan afectarán al transporte, la protección ciudadana, la seguridad pública y otros factores que aún no han sido identificados. Aunque las consecuencias del tiempo de inactividad en la tecnología de las ciudades inteligentes no están tan generalizadas como las de otros sectores industriales actuales, su potencial es enorme”
El sector de las ciudades inteligentes obtuvo una alta puntuación bajo los criterios del impacto económico, la inmediatez del impacto, el efecto dominó, la indignación pública o de los medios y el impacto social de una interrupción. Su inclusión en esta lista a pesar de su falta de madurez demuestra tanto el enorme potencial de las iniciativas de las ciudades inteligentes como la necesidad de utilizar sistemas de infraestructura crítica adecuados conforme se van desplegando nuevos sensores y sistemas.