Como escribió el poeta inglés John Donne en el siglo XVII: “Ningún hombre es una isla”.
Ha pasado mucho tiempo, pero esa reflexión es especialmente relevante en el mundo actual de los dispositivos portátiles, las redes sociales y los smartphones.
Así sucede igualmente con la infraestructura de TI que en última instancia da soporte a toda esa conectividad: los centros de datos.
Todos los centros de datos necesitan conexiones
La idea de que ‘ningún centro de datos existe aislado’ podría parecer obvia, dado que la conectividad es un principio fundamental de la industria de TI. Sin
Pero mientras la conectividad digital forma parte esencial de la razón de ser de los centros de datos, las relaciones y conexiones con las redes y proveedores eléctricos han sido siempre más lejanas.
La mayoría de los centros de datos se construyen – conforme a las directrices del Uptime Institute y otras – para ser capaces de seguir funcionando si la conexión a la red eléctrica falla por cualquier motivo. Si se da el peor de los casos, el centro de datos está diseñado para ser autosuficiente energéticamente, como si fuera una isla.
Sin embargo, y a pesar de que los generadores y los sistemas de alimentación ininterrumpida convencionales son imprescindibles para mantener los niveles de servicio de TI y de tiempo de actividad, los enfoques sobre la continuidad energética tienen sus limitaciones. Y estas limitaciones e
El Edge Computing y la necesidad de centros de datos con mayor capacidad
Parece que el Edge Computing – en sus diferentes formas – van a configurarse como impulsor fundamental de centros de datos con una nueva capacidad. Actualmente, alrededor del 10 % de los datos generados por empresas se crean y procesan fuera de un centro
El reto se plantea porque mientras nuestro apetito colectivo por los servicios digitales parece infinito, la disponibilidad energética no lo es, – especialmente en las ciudades, donde se creará una inmensa demanda de nuevo Edge Computing –. Por ejemplo, la Asociación de centros de datos holandesa advirtió recientemente de que Ámsterdam podría enfrentarse a una escasez energética debido a la rápida expansión de los centros de datos. Otras ciudades conocidas con el acrónimo FLAP (Frankfurt, Londres, Ámsterdam y París) deberán asimismo afrontar limitaciones de energía y espacio similares.
Este crecimiento de la capacidad de los centros de datos debe venir acompañado de un cambio radical similar en la generación y la distribución de energía. La introducción de más energías renovables y la retirada del
¿Cómo encaja el almacenamiento de energía de los SAI en este panorama?
Frente a esta necesidad de más energía junto con un suministro menos predecible, la industria de los centros de datos está dirigiendo su enfoque hacia el almacenamiento de energía. Los centros de datos deben convertirse en actores energéticos más activos y transactivos – que modifiquen eficazmente su postura desde la del consumidor cauto a la del prosumidor entusiasta. Dicha postura puede incluir desde la construcción de más capacidad de generación in situ (sobre todo para las instalaciones de Edge Computing a pequeña escala) a microredes estilo campus.
Hay que destacar que, además de proteger los centros de datos de cualquier problema en la red, estos modelos energéticos emergentes – a menudo basados en alguna forma de almacenamiento energético - también contribuyen a
Algunos de estos conceptos ya empiezan a ganar terreno. Por ejemplo, recientemente tuve la suerte de formar parte de un panel sobre este tema en la conferencia DCD de Londres. Otros
El panel de debate cubría un ámbito muy amplio pero, para
¿Quién puede desempeñar un papel activo en este nuevo ecosistema energético y cómo?
’Es importante señalar que la idea de que los centros de datos participen en la respuesta a la demanda de la red eléctrica y en otras iniciativas energéticas avanzadas no es un concepto completamente nuevo: los grandes proveedores en la nube ya son actores energéticos estratégicos –, pero las nuevas tecnologías y modelos de empresa lo están convirtiendo en una realidad más práctica para un conjunto de actores cada vez mayor.
Por ejemplo, Vertiv, junto con nuestros partners, ha estado trabajando en numerosas iniciativas para adaptarse a este futuro energético integrado. Recientemente anunciamos nuestra asociación con la empresa del Reino Unido Upside Energy para permitir a los consumidores actuales y futuros en este país utilizar suministros de alimentación ininterrumpida y otra infraestructura de soporte de TI para servicios de almacenamiento de la red eléctrica. Combinando un SAI de
Pero a pesar de estas iniciativas, la integración corporativa entre las redes eléctricas y los centros de datos se encuentra aún en sus primeras fases. Y para ser realmente
Conclusión
La realidad es que tanto las redes de suministro como los centros de datos están atravesando un proceso de fragmentación y redistribución. Pero más que representar una amenaza para los dos sectores, ese cambio debería considerarse una oportunidad para aumentar la integración y mejorar la eficiencia en general.
Como dice el poema: ‘Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.’
En la era de las ciudades inteligentes, las redes de suministro inteligentes y el Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT), ese concepto es más real ahora que nunca.