Esta entrada, primera de una nueva serie que analiza las últimas investigaciones de mercado, profundiza en un informe de Uptime Institute sobre cómo el sector de los centros de datos se está preparando para futuras pandemias.
El dicho, “espera lo mejor, prepárate para lo peor”, es especialmente adecuado para el sector de los centros de datos en este momento.
La inversión en nuevas infraestructuras de centros de datos se basa a menudo en una consideración optimista de las futuras demandas tecnológicas, pero los operadores también son enormemente pragmáticos a la hora de tratar de evitar los tiempos de inactividad.
Con independencia de la causa (equipos defectuosos, ciberdelincuencia o cortes de energía debidos a la red de suministro), cualquier inversión en infraestructuras resilientes, combinada con prácticas operativas rigurosas, debe garantizar que la energía eléctrica permanezca disponible o, en el peor de los casos, que no lo esté solo el mínimo tiempo posible.
Por desgracia, como señala la reciente investigación Post Pandemic Data Centers del Uptime Institute Intelligence, muchos operadores se vieron ante grandes obstáculos por el Covid-19.
Aunque parece haber relativamente pocos ejemplos (públicos) de tiempos de inactividad relacionados con el Covid-19 en los últimos meses, la pandemia ha ejercido una presión adicional en todos los ámbitos, desde el diseño y construcción de centros de datos, hasta las cadenas de suministro y la dotación de personal.
Preparación de la infraestructura de los centros de datos para futuras pandemias
Y algo que es esencial, los operadores más avezados se han dado cuenta de que el Covid-19 no debería considerarse un incidente aislado; la planificación y los procesos relacionados con la pandemia deben integrarse ahora en las estrategias de resiliencia de las infraestructuras de centros de datos desde un principio.
O, como lo describe Uptime: “Casi seguro que el COVID-19 no será la última pandemia, y puede que solo sea una de muchas más. Por lo tanto, los operadores no están haciendo estos cambios en respuesta al COVID-19, sino en previsión de futuras pandemias”.
Entonces, ¿cuáles son esos cambios relacionados específicamente con la pandemia? Uptime los clasifica en tres fases presentes y futuras. La primera fase es la de “reacción” y describe las primeras semanas o meses y las medidas de emergencia adoptadas por los operadores del centro de datos en respuesta. Por ejemplo, reducir el número de empleados in situ o introducir regímenes de limpieza estrictos.
La siguiente fase es la “mitigación” y abarca el estado actual en el que se encuentran la mayoría de los operadores en este momento: los procesos establecidos en la fase reactiva se han convertido ahora en acciones continuas, según Uptime.
Aunque esas dos fases iniciales fueron importantes para reducir gran parte de la disrupción inicial causada por el Covid-19, es la tercera y última fase, la que probablemente sea más importante, la que indica la dirección a tomar en el futuro.
Reacción, mitigación y adaptación
Como explica Uptime, la “fase de adaptación” es la que deberá afrontar el sector de los centros de datos en los próximos 18 meses y más allá; el virus se habrá contenido en gran medida (con suerte) y ahora el foco se dirigirá a cómo minimizar el impacto de futuras pandemias.
La fase de adaptación abarca un conjunto de cambios tecnológicos y operativos, algunos de los cuales ya estaban en juego antes de la pandemia, cuya adopción se acelerará a medida que más operadores tomen conciencia ante la amenaza de futuras pandemias.
Por ejemplo, Uptime, junto con otros en el sector (incluido Vertiv), cree que habrá un repunte en la adopción de tecnologías de automatización y monitorización remota, incluidas las herramientas de administración de infraestructura de centros de datos (DCIM). El noventa por ciento de los operadores encuestados por Uptime afirmaron que tiene previsto aumentar el uso de la gestión y monitorización remotas. “…la pandemia dará lugar a un incremento de la cifra de negocio para los proveedores de DCIM, monitorización y automatización”, según Uptime.
De DCIM a los centros de datos modulares prefabricados
Además de la inversiónen gestión y monitorización remotas, se producirá un incremento general en la inversión tanto en la resiliencia local del centro como en la denominada resiliencia distribuida. Según Uptime, el sesenta y cuatro por ciento de los operadores tiene previsto aumentar la resiliencia de la infraestructura debido a la pandemia. Pero conscientes del hecho de que una pandemia futura podría impedir el acceso a todo un centro, o producirse cortes de energía localizados, también está aumentando el interés en el tipo de zonas de disponibilidad desarrolladas por grandes proveedores de infraestructuras en la nube. Con este enfoque, la importancia individual de cualquier centro disminuye con datos y cargas de trabajo replicados y compartidos en múltiples ubicaciones conectadas.
Otras tecnologías que Uptime cree que serán aún más críticas en un mundo pospandémico abarcan el uso de los llamados centros de datos modulares prefabricados (PFM). Este enfoque, que Uptime considera que ya estaba firmemente asentado antes del Covid-19, permite realizar más partes del proceso de construcción en condiciones de fábrica controladas. De forma parecida, el mantenimiento predictivo, en el que una estrecha monitorización de los equipos permite llevar a cabo el servicio cuando se requiere en vez de recurrir a un calendario predefinido, también estaba ganando fuerza antes de la pandemia, pero parece que se adoptará más ampliamente a medida que operadores y proveedores, esperan poder controlar las visitas al centro y, en general, introducir servicios más inteligentes y basados en la AI.
Por lo tanto, si bien las continuas repercusiones de la Covid-19 podría hacer más difícil evocar pensamientos esperanzadores sobre el futuro, o al menos el futuro próximo, parece que el sector de los centros de datos ya ha aprendido muchas y valiosas lecciones cuando se trata de planificar lo peor.