Hemos abordado muchas facetas de la construcción modular y prefabricada de centros de datos en este blog, incluida mi última publicación sobre centros de datos "Micro-edge". La construcción modular se suele vender como la que proporciona una forma mejor, más rápida y menos costosa de desplegar capacidad. Con esta publicación, voy a centrar mi exposición en el primero de esos aspectos (“mejor”).
La complejidad del centro de datos y la menor disponibilidad de plantilla
La demanda global de espacio para nuevos centros de datos sigue acelerándose y se prevé que esta tendencia se mantendrá al menos los próximos cinco años. Los impulsores del mercado y las tendencias sociales hacia lo digital (sea lo que sea, donde sea y cuando sea), combinados con la movilidad económica ascendente y el desplazamiento global de la plantilla de empleados desde trabajadores cualificados hacia personal especializado en Internet y comercio electrónico, están asentando fuerzas diametralmente opuestas en la comunidad de los centros de datos.
Justo cuando tenemos la necesidad de diseñar, construir, desplegar y operar una infraestructura crítica más compleja, nos encontramos con una masa laboral cada vez menor de personas con las habilidades idóneas, la experiencia necesaria y la formación adecuada. El sector de la construcción de centros de datos también debe afrontar otros retos debido a su naturaleza regional, su incapacidad de predecir la demanda y su ubicación, por no mencionar la naturaleza parcialmente disléxica de su modo de funcionamiento (iniciar/detener/pausar/reiniciar). La masa laboral de personas con alta cualificación se ha reducido notablemente, y las incoherencias del mercado las envían a trabajar al siguiente mercado en auge. Esto ha provocado una disminución de la calidad inicial de los centros de datos, un aumento de los costes por acondicionamiento, trabajo repetido y puesta en marcha y la aparición de cierta inseguridad en la gestión para alcanzar el TCO final en proyectos de múltiples fases.
Las infraestructuras críticas prefabricadas salen al rescate
Afortunadamente, ¡hay buenas noticias! El sector de los centros de datos ha seguido la estela dejada por los sectores de las telecomunicaciones, la transferencia de datos y el petróleo y gas, y ha aplicado sus conocimientos a la hora de optimizar los diseños de fabricación para las técnicas de construcción modular y prefabricada. Ahora estamos aplicando esas técnicas, junto con muchas otras innovaciones inteligentes, para diseñar y construir centros de datos empresariales, de colocation y de hiperescala. Se están desplegando por todo el mundo con un coste, una planificación y, quizá lo más importante, una calidad que son insuperables.
La calidad del centro de datos se mide de muy diversas formas, siendo la más sencilla de ellas la evaluación de calidad inicial que se hace el primer día (el día en que el contratista principal dice que el edificio está listo para la inspección final). Es en ese momento cuando su equipo de trabajo entra en juego, realiza una amplia auditoría y, por lo general, sale con una larga lista de elementos que requieren una corrección inmediata. A veces, lo que encuentran es mucho peor.
En la calidad también intervienen factores menos obvios, como el alcance de los elementos incluidos en el edificio como parte de la evaluación del primer día. Por ejemplo, con el enfoque modular y prefabricado, el centro de datos puede venir equipado de fábrica con el sistema de alimentación y de distribución de fibra totalmente aéreo (o por debajo del suelo). Las bandejas de cables, la iluminación, el sistema de extinción de incendios, la seguridad, el control de acceso, los pasillos fríos y calientes e incluso los racks de TI y de distribución se pueden incorporar como parte de la evaluación del primer día. De hecho, he tenido el placer de pasear por varios centros de datos prefabricados durante las pruebas de encendido del sistema de fibra en la propia fábrica.
Calidad del centro de datos tradicional en comparación con el prefabricado
Veamos algunos de los impulsores básicos que afectan a las infraestructuras críticas "tradicionales" y la ventajas inherentes (al menos cuando se ejecutan adecuadamente) a los sistemas prefabricados y al montaje in situ.
A pesar de lo mucho que disfruto al ver el inicio de un proceso de nueva construcción, sea donde sea, la cruda realidad es que cada vez cuesta más trabajo encontrar a trabajadores con las habilidades adecuadas. Y en EE.UU., donde la economía está en auge, las nuevas leyes impositivas favorecen enormemente el desarrollo local y la infraestructura civil (en ciertas áreas) necesita actualizarse, resulta que la masa laboral se ha reducido muy por debajo de la capacidad disponible.
El resultado es una falta de coherencia en la capacidad general de los trabajadores, trasladando una mayor carga al diseño, los proveedores de subsistemas, los subcontratistas y los gestores de proyectos in situ, y generando al mismo tiempo una enorme presión sobre la solidez de los actuales sistemas de inspección de calidad y seguridad. Lamentablemente, muchos proyectos confían en los pasos de inspección final, prueba y puesta en marcha para identificar las deficiencias específicas del emplazamiento con suficiente tiempo y dinero en el presupuesto para efectuar las acciones correctivas apropiadas. Usar una lista de comprobaciones de 10 páginas no es el camino ideal para construir un edificio de alta calidad.
En muchos proyectos de centros de datos de varios megavatios de potencia, mantener una plantilla de personal de construcción uniforme y fiable durante todo el proyecto puede ser un auténtico desafío. Y lo que es peor: cuando el proyecto tiene múltiples fases, el ajuste, el acabado y la calidad de la estructura principal pueden presentar variaciones significativas, aunque manejables.
No se puede decir lo mismo del espacio vacío de producción crítico. Siempre que recurrimos a utilizar una plantilla local de trabajadores, la calidad, el acabado y la distribución física de elementos fabricados in situ (bandejas aéreas para cables, buses de distribución, cables de alimentación, canalizaciones de fibra, etc.) pueden variar sustancialmente. A veces hasta el punto de que las futuras construcciones no funcionen adecuadamente con la base instalada existente.
Todo esto provoca una cantidad excesiva de trabajo repetido y soluciones alternativas.
Afortunadamente, hemos eliminado la mayoría, si no todos, de estos problemas con la aparición de la técnica de construcción e instalación de centros de datos prefabricados.
Gracias a los centros de datos modulares prefabricados, todo el emplazamiento se diseña y prepara el primer día y se mantiene así hasta el punto final del proyecto. De este modo, si por ejemplo construimos un emplazamiento de 50 MW pero solo desplegamos 5 MW en la primera fase, tanto el diseño como las listas de componentes, la fabricación y los esquemas de montaje, junto con los procedimientos de prueba asociados y los protocolos de inspección de calidad, estarán perfectamente documentados para garantizar que los restantes bloques de 5 MW sean idénticos. Se construirán en la misma fábrica utilizando las mismas herramientas, plantillas, protocolos de fabricación, procesos, controles de calidad y procedimientos de prueba.
Conclusión
Lo que Henry Ford hizo por el sector del automóvil con el Modelo T y la producción en serie, ahora lo estamos aplicando al sector de la construcción con los centros de datos, las estaciones de amarre de cableado, las estaciones base, las salas de control y otras instalaciones críticas.
Mejora de la calidad: quizás el secreto mejor guardado del centro de datos prefabricado.